En la siguiente nota el Dr. Alberto Lachos, médico radioncólogo del INEN, explica mitos y realidades sobre las antenas de telefonía móvil.
Todos reconocemos los beneficios de la telefonía celular y la necesidad de acceder a más tecnología para mantenernos comunicados; sin embargo, ¿tenemos igual de claro que la calidad del servicio móvil está directamente relacionada con la instalación de más antenas? ¿Y que ahora necesitamos más de ellas para atender la creciente demanda de llamadas y el mayor consumo de Internet?
Pese a que diversos estudios nacionales e internacionales concluyen que las emisiones de las antenas de telefonía móvil no producen efectos perjudiciales para la salud de las personas, aún existen sectores de la población opuestos a la instalación de esta infraestructura de telecomunicaciones que señalan a las antenas como posible causa de enfermedades, e incluso cáncer.
Por ello, decidimos acudir a un especialista autorizado para aclarar las dudas más comunes en torno a este tema. Alberto Lachos, médico radioncólogo del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN), nos recibió en su consultorio para explicarnos mitos y realidades sobre las antenas de telefonía móvil.
La radiación, a la que hace referencia el Dr. Lachos, es cualquier emisión de energía en forma de ondas electromagnéticas. Esta puede ser de dos tipos, según su capacidad de alterar nuestras células: IONIZANTE (mayor potencia), como en el caso de la radioterapia o los rayos X; y NO IONIZANTE (menor potencia), como en el caso de las ondas electromagnéticas usadas por las antenas de radio, televisión y de telefonía móvil.
Te sorprenderá saber dónde más encontramos radiación NO IONIZANTE. Escuchemos al doctor:
El doctor Lachos ha revisado muchas investigaciones sobre este tema, entre ellas las realizadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que en el 2014, tras años de pruebas y más de 10 mil estudios, determinó que las emisiones de las antenas de telefonía no tiene perjuicio para la salud.
Además, el radioncólogo realizó su propia investigación, y a partir de una exhaustiva búsqueda en GloboCan, un proyecto que estudia los casos y tasas de mortalidad del cáncer en el mundo, pudo conocer que el aumento de antenas de telefonía, así como el uso del celular, no tiene relación con el incremento de casos de tumores cerebrales.
Así las cosas, te preguntarás ¿por qué aún hay gente que tiene cierto temor al uso de celulares o se opone a la instalación de antenas de telefonía cerca a sus hogares? Según el especialista, se debe a un efecto de “percepción equivocada del riesgo”.