Francisco Cuellar, CIO y Co-founder de Tumi Robotics, comparte su perspectiva en torno a las iniciativas tecnológicas que benefician el cuidado del medio ambiente y de qué manera puede emplearse la innovación como una herramienta de cambio.
Actualmente, la inversión global en monitoreo ambiental está en crecimiento. Solamente el año 2021 alcanzó los USD 14,5 mil millones y se proyecta a elevar la cifra a los USD 17,9 mil millones para el 2026. Proyectos como Global Coral Reef Monitoring en California, que brinda información científica del estado de ecosistemas de arrecifes de coral para su conservación y manejo, y Ocean Alliance: SnotBot en Massachusetts, que desarrolla drones que recolectan información de ballenas para extraer data; son ejemplos de iniciativas tecnológicas enfocadas en preservar la biodiversidad y monitorear el estado del medio ambiente.
Nuestro país sigue el mismo camino. La Responsabilidad Ambiental está siendo tomada con mayor compromiso por distintas empresas y startups, sobre todo las del sector energético y minero, las cuales están aplicando planes de conservación ambiental impulsados con inversión estatal, logrando juntar distintos actores con un mismo objetivo.
Siendo esta la ruta, nos preguntamos: ¿cómo deberían las empresas prepararse para los cambios del futuro?
Una parte fundamental de un proyecto de control o medición medioambiental son los recursos a utilizar. De esta forma, Tumi Robotics, startup líder en innovación y tecnología, cumple un rol fundamental al ofrecer, diseñar e implementar soluciones a medida. Actualmente, tiene como objetivo monitorear y digitalizar de forma recurrente los entornos marinos, usando un robot no tripulado de superficies marinas o USV (unmanned surface vehicle por sus siglas en inglés) que posee algoritmos de control para navegación autónoma, y que le permiten recolectar datos oceanográficos.
Este proyecto cuenta con el apoyo de la empresa minera Antamina y el Ministerio de Producción, a través del Programa Nacional de Innovación en Pesca y Acuicultura. Este robot, que está siendo validado en la zona de Pucusana y no necesita combustible para ser teleoperado, permite tener información detallada de parámetros importantes del océano, como oxígeno disuelto, temperatura, acidez, clorofila, velocidad de las corrientes de columna de agua, batimetría, información meteorológica, y puede tomar muestras de agua y de sedimentos del fondo marino.
Estos monitoreos y mediciones son útiles para cuantificar el impacto de derrames de hidrocarburos en los ecosistemas, evitar derrames al realizar inspecciones frecuentes de la infraestructura marina (pues el robot permite ver el estado de los ductos submarinos) y conocer el ecosistema marino durante actividades de pesca y acuicultura.
Es debido a esto que, actualmente, Tumi Robotics está trabajando en un plan que permita que su robot USV pueda cumplir la función de limpieza de hidrocarburos en el mar, para no solo tratar de prevenir el desastre, sino también poder brindar una solución al problema si es que fuera el caso, logrando contener las amenazas presentes. Cabe mencionar que la ventaja de usar estos sobre el muestreo manual radica en la capacidad de realizar inspecciones y mediciones en ubicaciones de difícil acceso o de riesgo para las personas o embarcaciones y proporciona asimismo la capacidad de capturar y analizar grandes cantidades de datos de forma recurrente.
En concreto, la investigación y aplicación científica puede encaminarse a mejorar la vida del ser humano y el entorno que lo rodea. En base a esto, y la preocupación que tienen las empresas por los impactos ambientales de sus acciones, empresas peruanas, se adentran en la misión de solucionar problemas medioambientales, aplicando innovación y desarrollo de tecnologías.