María José Gómez, Directora de la Fundación Forge Perú, nos habla sobre el potencial de la teleducación para incrementar la empleabilidad y el emprendimiento en jóvenes.
Antes de la intempestiva llegada de la COVID-19, en temas de empleo y juventud ya veníamos en la región con dos situaciones de excepción. Por un lado, el bono demográfico, que se presenta como una gran oportunidad y que sería una lástima no aprovechar; y por otro lado, debido a la penetración del Internet y el uso masivo de dispositivos móviles, el enorme potencial de la teleducación como estrategia para incluir en los procesos formativos a personas que han estado tradicionalmente excluidas, bien sea por su ubicación geográfica o por la falta de recursos económicos.
“La formación virtual es más económica, no requiere presencialidad y ofrece en la mayoría de las ocasiones, modelos asincrónicos de aprendizaje que permiten compaginarlo con el trabajo, la crianza y trabajo doméstico o con otros estudios”.
Teleducación como aliado
Veníamos hablando los últimos años de los empleos del futuro como si estas desigualdades estuvieran superadas. Hasta que llegó una pandemia a recordarnos que la desigualdad socioeconómica sigue más presente de lo que quisiéramos reconocer, que el autocuidado es un lujo, que a menor número de años de estudio mayor porcentaje de mortalidad, que el acceso a la salud es limitado, y que los cuidados requieren ser protegidos y valorados como la base de nuestra supervivencia.
Esta pandemia nos demuestra la importancia de prepararnos para las necesidades del mercado laboral, reducido a corto plazo y cambiante a mediano y largo plazo. La oportunidad se ve tan grande como parece que también lo son los desafíos. Se quiere llegar a millones de jóvenes en la región, para que puedan incrementar su empleabilidad, desarrollar líneas de carrera interesantes, financiar sus estudios superiores a la vez que trabajan y, en definitiva, tener más poder de decisión sobre cómo quieren que sean sus propias vidas fuera de la pobreza.
Habilidades como la comunicación, el autoconocimiento, la perseverancia o las competencias digitales. Otras como la solidaridad, el pensamiento crítico, o compasión ¿pueden ser enseñadas a través de la teleducación? Es más, ¿pueden ser enseñadas mediante algún tipo de educación formal o no formal?
Tu futuro
En la Fundación Forge y a través del programa “Tu futuro” -en alianza con el BID Lab y un gran número de empresas- trabajamos cada año con más de 2,500 jóvenes. En este programa desarrollamos las 7 competencias más valoradas por el mercado, para que puedan, una vez concluido el curso de formación, acceder a un empleo de calidad. Por el programa ya han pasado más de 12,000 jóvenes en el país y 35,000 en la región, pero queremos y podemos llegar a más.
Nuestra experiencia con este programa de capacitación laboral gratuito y 100% online, nos ha demostrado que con un enfoque responsable, podemos aprovechar los beneficios de las telecomunicaciones y la conectividad para generar un impacto positivo en la sociedad y seguir construyendo juntos un futuro sostenible para todos.
“El empleo juvenil es una estrategia necesaria para salir de esta crisis, aumentar el trabajo decente, el emprendimiento. Además, responde al derecho de las y los jóvenes a tener un empleo digno para mejorar su calidad de vida”.