Programar nunca fue tan fácil con esta solución. Low-code asoma como una de las herramientas tecnológicas más eficientes para resolver las necesidades de muchas empresas y usuarios.
En un mundo cada vez más digitalizado y con mercados que responden a las demandas de conexión y agilidad de los usuarios, las empresas están llamadas a plantear soluciones tecnológicas cada vez más precisas, pero, a la vez, que sean accesibles y de fácil uso para los consumidores.
Ello va de la mano con la búsqueda de los negocios para desarrollar productos que se ajusten a sus propias capacidades y recursos, pero que sean, al mismo tiempo, competitivos e innovadores.
¿Cuál es la fórmula del éxito para satisfacer todas estas necesidades? Una respuesta la tiene el low-code, una práctica que permite diseñar y crear soluciones orientadas a los usuarios con herramientas tecnológicas ya disponibles y completamente manejables.
¿Qué es low-code?
Si alguna vez has usado Mailchimp o estás familiarizado con él, ya tienes conocimientos sobre lo que es el low-code. Esta plataforma de envío y gestión de correos puede ser empleada por cualquier persona: lo único que se necesita es personalizar una plantilla, según lo que se quiera dar a conocer.
Low-code (LCAP, Low-Code application platform), o poco código, en español, es una modalidad de desarrollo de aplicaciones donde no es necesario realizar una programación desde cero, sino que se une componentes y servicios existentes para crear softwares de forma ágil y sencilla. Es algo así como unir las piezas de un rompecabezas y luego aplicar pegamento para que permanezcan selladas.
El término Low-code fue empleado por primera vez por Clay Richardson y John Rymer, analistas de Forrester, en un informe en 2014, haciendo referencia a implementaciones de aplicaciones que reducen el desarrollo de código por medio de plataformas con interfaces visuales con características integrables.
Además de ser implementada en plataformas como Mailchimp, la tecnología low-code se plasma en otros productos, como aplicaciones centradas en la banca, pagos móviles o como sistemas de gestión de procesos empresariales. También puede insertarse como solución en los rubros del marketing, ventas y distribución; pólizas de seguros, suscripciones y servicios; sistema ticketing; regulación y cumplimiento; y una serie de servicios corporativos.
Low-code: beneficios y ventajas
Como podemos ver, este método de desarrollo favorece tanto a las empresas como a sus clientes. Estos son sus principales diferenciales:
1. No se necesitan grandes conocimientos de programación
Los módulos están preconstruidos, por lo que aquellos que respondan a las funcionalidades deseadas solo deben arrastrarse y soltarse para luego ser configurados. No se necesita conocer a la perfección el lenguaje de programación.
2. Operatividad inmediata
Una app con low-code puede tardar en funcionar únicamente algunos días. Se requerirá de semanas o, como mucho, algunos meses. La programación tradicional, en cambio, toma por lo menos, varios meses en ser desplegada.
3. Se usa en diversos sistemas operativos y dispositivos
Los módulos preconstruidos facilitan el trabajo en macOS, Windows, e incluso en dispositivos móviles. En la programación tradicional, se realiza una labor personalizada para cada sistema operativo, lo cual, a la larga, involucra más inversión de tiempo.
4. El costo es bajo o medio
Es posible encontrarse con soluciones low-code que van desde los 9 a los 180 dólares por usuario/mes. Un aspecto a tomar en cuenta es que el precio final de la herramienta depende regularmente del número de usuarios y no del total de funcionalidades. Solo existe rentabilidad si la herramienta la van a usar miles de usuarios.
¿Hacia dónde va el low-code?
Al ser una herramienta tecnológica que facilita las operaciones de las empresas con costos relativamente bajos y, a la vez, satisfacer las necesidades de servicios de los usuarios, el low-code reduce el time-to-market en un 60% respecto al modelo tradicional.
Es por ello que, de acuerdo con la consultora Gartner, el low-code crecerá un 23% en 2021 hasta generar unos ingresos de 11.300 millones de dólares este año.
Además, en 2024, tres cuartos de las grandes empresas usarán al menos 4 herramientas de desarrollo de low-code tanto para el desarrollo de aplicaciones TIC como para las iniciativas de desarrollo ciudadano.
En 2024, las aplicaciones de desarrollo de low-code serán responsables de más del 65% de la actividad de desarrollo de aplicaciones.