El uso de nuevas tecnologías como el Internet de las cosas (IoT) permite optimizar procesos, reducir costos, mejorar la competitividad y sostenibilidad de las empresas.
Además de ayudar a hacer más práctica la vida de las personas, con el impulso de las llamadas smart homes y smart cities, la tecnología del Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) está revolucionando las industrias alcanzando cifras económicas exponenciales.
La consultora McKinsey, por ejemplo, proyecta que hacia el 2025 el IoT generará un impacto económico anual de US$ 11 billones. Perú no es ajeno a esta tendencia, y cada vez más empresas buscan soluciones inteligentes basadas en esta tecnología para incrementar la eficiencia en los procesos claves y reducir los costos en sus operaciones.
Esta realidad ha generado la aparición de una oferta de servicios integral y variada. Precisamente Claro Empresas, uno de los proveedores con la propuesta más sólida del mercado, estuvo presente en el VIII Congreso Anual de Energía mostrando las principales soluciones inteligentes basadas en IoT que ponen a disposición del sector energético, permitiendo a las compañías capturar y monitorear información por medio de dispositivos y sensores conectados, y el procesamiento de los datos históricos de las mediciones, para mejorar el comportamiento de los sistemas de gestión y el uso eficiente del consumo energético.
Eficiencia, seguridad y ahorro
Las soluciones de IoT de Claro Empresas están ayudando a las compañías a optimizar la gestión de sus operaciones en lugares remotos, realizar un trabajo más colaborativo y reducir su impacto ambiental. A través de la analítica y el uso inteligente de la información se puede planificar y controlar mejor los recursos de tal forma que se adecuen a los patrones reales de comportamiento, asegurando la calidad en un entorno más seguro y con mayor ahorro. Dependiendo de la situación de partida del cliente, el alcance de su ecosistema de dispositivos conectados y plataformas de gestión, los ahorros derivados de una mayor eficiencia en los procesos de distribución energética podrían estimarse de entre el 10% y más del 40%.
Repasemos los principales beneficios de estas soluciones: